¿Qué es el MSG? Historia, Mitos, Verdades y Alimentos que lo Contienen

Pocos ingredientes en el mundo de la alimentación generan tanta controversia y debate como el glutamato monosódico. Lo has visto en etiquetas, has oído advertencias sobre él y probablemente lo has consumido sin siquiera saberlo. Pero, ¿es realmente el villano que muchos pintan? Para separar la realidad de la ficción, es fundamental entender su origen, su composición y su verdadero efecto en nuestro cuerpo. En esta guía completa, responderemos a las preguntas más importantes sobre este famoso potenciador del sabor.

Para Empezar, ¿Qué es el Glutamato?

Antes de hablar del aditivo, debemos conocer a su protagonista. El glutamato es uno de los aminoácidos no esenciales más abundantes en la naturaleza. De hecho, tu propio cuerpo lo produce y lo utiliza para un sinfín de funciones metabólicas. Lo más sorprendente es que se encuentra de forma natural en alimentos que consumimos y amamos a diario, como los tomates maduros, el queso parmesano, las setas o la salsa de soja. Es el responsable principal de lo que conocemos como el “quinto sabor”: el umami.

Entonces, ¿Qué Contiene el Glutamato Monosódico?

El glutamato monosódico (MSG, por sus siglas en inglés) no es más que la sal sódica del ácido glutámico. En términos sencillos, es la forma estabilizada y cristalina del glutamato, lista para ser usada como aditivo alimentario. Su composición es simple:

  • Ácido glutámico (el aminoácido).
  • Sodio (un átomo de sodio).
  • Agua.

Cuando se disuelve en la comida, se separa de nuevo en glutamato y sodio, liberando ese profundo y sabroso sabor umami que hace que los alimentos sean más apetecibles.

Un Poco de Historia: ¿Quién Descubrió el Glutamato de Sodio?

La historia del MSG es fascinante y nos lleva al Japón de principios del siglo XX. Fue el profesor japonés Kikunae Ikeda quien descubrió el glutamato de sodio en 1908. Ikeda se obsesionó con un sabor particular y sabroso que no encajaba en las cuatro categorías tradicionales (dulce, salado, ácido y amargo). Lo identificó en el caldo de alga kombu, un ingrediente fundamental de la cocina japonesa. Tras un arduo trabajo, logró aislar el compuesto responsable de este sabor y lo llamó “umami”. Poco después, patentó el método para producir su forma estable, el glutamato monosódico, fundando la famosa empresa Ajinomoto.

¿Qué Snacks Contienen Glutamato Monosódico?

Hoy en día, el MSG es omnipresente en la industria alimentaria, especialmente en productos procesados y snacks. Si quieres identificarlo, aquí tienes algunos ejemplos comunes:

  • Patatas fritas y snacks de bolsa: Muchas variedades de sabores (queso, barbacoa, jamón) lo utilizan para potenciar su sabor.
  • Sopas de sobre y caldos en cubitos: Es un ingrediente clave para darles un sabor más profundo y casero.
  • Fideos instantáneos: El sobre de condimentos casi siempre contiene MSG.
  • Carnes procesadas: Salchichas, embutidos y algunos tipos de jamón cocido.
  • Salsas y aderezos comerciales: Desde la salsa de soja hasta los aderezos para ensaladas.

Para identificarlo en la etiqueta, búscalo por su nombre, por sus siglas MSG o por su código europeo E-621.

El Debate: ¿Cuáles son las Reacciones Adversas del Glutamato Monosódico?

Aquí llegamos al corazón del mito. La mala fama del MSG comenzó en los años 60 con el llamado “Síndrome del Restaurante Chino”, donde algunas personas reportaban síntomas tras comer en estos establecimientos. Sin embargo, décadas de investigación científica han arrojado una conclusión clara: organismos como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) y la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) consideran que el glutamato monosódico es “generalmente reconocido como seguro” (GRAS) para el consumo en las cantidades habituales.

Aun así, se reconoce que un pequeño porcentaje de la población puede tener sensibilidad al MSG y experimentar reacciones adversas leves y transitorias, que pueden incluir:

  • Dolor de cabeza.
  • Enrojecimiento de la piel (flushing).
  • Sudoración.
  • Sensación de presión facial.
  • Palpitaciones.

Es importante destacar que estudios doble ciego controlados con placebo han tenido dificultades para replicar estos síntomas de forma consistente.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

1. ¿El glutamato monosódico es adictivo?

No, el MSG no es adictivo en el sentido químico de la palabra. Sin embargo, al hacer que la comida sepa excepcionalmente bien, puede fomentar el consumo excesivo de alimentos procesados, lo que sí puede llevar a hábitos alimentarios poco saludables.

2. ¿El extracto de levadura o la proteína hidrolizada son lo mismo que el MSG?

No son químicamente lo mismo, pero cumplen una función similar. Ingredientes como el extracto de levadura, la proteína de soja hidrolizada o el caseinato de sodio contienen glutamato de forma natural como resultado de su procesamiento. La industria los utiliza a menudo para conseguir un efecto umami sin tener que etiquetar “glutamato monosódico”.

3. ¿Hay alguna forma de evitar el MSG?

La forma más efectiva de evitar el MSG y otros aditivos es basar tu dieta en alimentos frescos y poco procesados. Cocinar en casa te da el control total sobre los ingredientes que consumes.

Conclusión: Un Potenciador del Sabor con Matices

En resumen, el MSG es una herramienta poderosa para aportar el sabor umami, descubierta hace más de un siglo. Aunque está rodeado de mitos, la evidencia científica respalda su seguridad para la gran mayoría de la población. La clave, como en todo en la nutrición, reside en la moderación y en priorizar una dieta basada en alimentos reales.

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